Marcha del orgullo en Bogotá y la contra marcha

El domingo 30 de junio se convocó una vez más a la ciudadanía y personas de los sectores LGBTI junto a sus familias para salir a la calle, hacerse visible y exigirle al estado colombiano promover las leyes que han llamado: "No hay nada que curar", ley que prohibiría las mal llamadas terapias de conversión de las que han sido víctimas muchas personas de este grupo poblacional. 

De estas terapias se han valido grupos religiosos, familias y psicólogos que, usando el maltrato físico y psicológico, han intentado cambiar la orientación sexual de las personas que se declaran homosexuales por la heteronormativa, lo que ha llevado a casos de suicidio, violencia e inclusive marcas que quedan para toda la vida. Esta ley fue hundida en el congreso de la república por falta de tiempo para su discusión y que no fue agendada en una de las comisiones de la corporación. 

Muchas críticas se vieron en la movilización, por parte de los asistentes quienes argumentaron que la falta de presencia de la fuerza pública y/o gestores de convivencia de la Alcaldía mayor, hizo que la inseguridad se tomara el recorrido, modalidades como el cosquilleo, el raponeo, entre otros, dejaron a más de una de las personas sin su celular u objetos personales. 

Por otro lado, un bloque disidente, de movilización sexual anticapitalista se hizo presente, quienes se ha venido apartando de la organización general de la marcha, por considerar que "obedece al capitalismo y al consumo, este bloque se movilizaron en solidaridad con el genocidio que se presente en Palestina" manifestó uno de los asistentes. Este grupo hizo un cuestionamiento constante a la fiesta, a la celebración del orgullo, donde gritaban "No es una fiesta, es un genocidio" o "ustedes celebrando y nos están matando", llamando a la reflexión sobre las posiciones críticas en el resto de días y meses del año, donde el asesinato de personas trans no pasan más de ser un simple titular de prensa roja o donde el acceso a la salud, la educación, el trabajo e inclusive a la vida, sigue siendo una utopía; según el observatorio de derechos humano de Caribe afirmativo, se han registrado en lo corrido del año 26 asesinatos de la población LGBTI de los cuáles 10 eran mujeres Trans. 

La contra marcha surgió en 2021, como un espacio que pretende ser una juntanza de las disidencias del sexo-género, además se enuncia como un espacio de y para las personas racionalizadas, empobrecidas, con diversidad corporal, en situación de discapacidad, y con aquellas que han sido marginadas por el Estado y la sociedad" 

Comentarios