Cuando la Universidad Distrital entro a paro, y continúa, solicitando la derogación del acuerdo 001 que convoca a elección de rector, constantes incumplimientos en la democratización de las decisiones de la universidad, así como el respeto por la constituyente universitaria, ahora se suma le tragedia de Miguel Ángel Barbosa, quien falleció a causa de un paro cardiorespiratorio, en consecuencia de su deterioro clínico, luego de permanecer casi mes y medio en coma en la unidad de cuidados intensivos del Hospital El Tunal, después de resultar herido por Agentes del ESMAD en la ciudad de Bogotá.
El estudiante, había participado en una manifestación que hicieron los estudiantes alrededor de la sede de la Facultad Tecnológica, ubicada en Ciudad Bolívar, exigiendo sus derechos como estudiantes de universidad pública. Aquella tarde, los estudiantes se movilizaron por un carril de la avenida Villavicencio para protestar, entre otras, contra la decisión del Consejo Superior (CS) de convocar la elección de rector (Acuerdo 001 de 2016.
En comunicado, los representantes de los estudiantes aseguraron: “Un gas lacrimógeno llegó directo a la cabeza de nuestro compañero Miguel, el proyectil salió en línea recta hacia la cabeza”. Hasta ahora, sin embargo, ninguna versión oficial de la policía o la alcaldía lo confirma.
Miguel Ángel, quedo en el suelo después que la policía arrojara gas a los manifestantes, momento donde fue trasladado al hospital el Tunal y declararon trauma Craneo encefálico Severo, él vivía en Madrid (Cundinamarca), desde donde hacía a diario un recorrido de hora y media para poder estudiar. Gracias al puntaje obtenido en las pruebas del Icfes, le permitió participar por una beca del programa “Ser Pilo Paga”, pero no clasificaba por su clasificación en un nivel del Sisbén más alto del permitido para tener un cupo universitario. Insistió por sus propios medios y logró un espacio en la Distrital, donde estudiaba desde comienzos de 2015.
Desde esta tribuna, hacemos un llamado a las autoridades para que esclarezcan los hechos alrededor de su muerte, y de igual manera manifestamos nuestro profundo dolor y solidaridad con su familia, amigos y estudiantes. No pueden seguir sucediendo hechos como estos, donde el fin de los estudiantes es inquietarse y exigir los derechos para un mejor país, y no de poner muertos a un Estado que con su fuerza pública no defiende a los estudiantes y por el contrario los ataca, hasta asesinarlos.
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