Editorial Bosa y sus Barrios


Por: Luis Carlos García Tamayo


Luego de consultar la opinión de dignatarios comunales, ediles y voceros de organizaciones sociales de la localidad, llegamos a la conclusión de que la alcaldesa Diana Calderón Robles  es el personaje del año en nuestra localidad. Los ciudadanos siempre aspiramos a que nos gobiernen personas con la suficiente solvencia intelectual y moral. 

Sin embargo, a veces esas virtudes no bastan. La calidez humana, la sencillez, el don de gentes de un funcionario, la capacidad de saber escuchar al pueblo, de interlocutar con él, se convierte en un factor de gobernabilidad. La arrogancia, la prepotencia, la antesala no van con Diana Calderón Robles. Antes que ser una buena funcionaria,  Diana Calderón Robles, es “una buena persona” y eso lo dice todo. La forma o su  estilo de administrar han sido una grata sorpresa para quienes pensábamos que por su juventud e inexperiencia no iba a dar la talla, y que el alcalde Gustavo Petro se había equivocado en su escogencia. Pero la vida nos da sorpresas y lecciones.


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