Del dicho al hecho...

Por Elkin Calvo
La pasada administración distrital en uso de las atribuciones que le brinda la ley, y con el ánimo de bajar las cifras de inseguridad decidió imponer una restricción para los comerciantes de todo el Distrito, prohibiendo el funcionamiento de ciertos establecimientos de comercio (cigarrerías, tiendas de barrio y similares) a partir de las 11 de la noche, Decreto 263 de 2011.
El decreto no cubre establecimientos de Alto Impacto como lo son: Bares y/o discotecas, sin embargo, el comandante de Policía de la estación Coronel José Botia, ordenó cerrar los establecimientos de comercio que para él no cumplían con ese requisito (funcionar como Bar o Discoteca) extralimitándose en sus funciones. Por su parte, La alcaldía local, según los comerciantes, no ha hecho ningún tipo de requerimiento a sus propietarios para dar la orden del cierre a la hora señalada.
“Esta  medida se hace con el fin de bajar cifras de inseguridad, como si nosotros fuéramos los responsables de la seguridad en la localidad” así lo expresa un comerciante de la UPZ 49, afectado por la medida de la Policía.
La venta de bebidas alcohólicas en las noches por parte de los dueños de Bares o Discotecas, es un medio de subsistencia para los mismos. Cámaras de seguridad, personar de vigilancia privada, vestieres, maleteros y servicio de taxi seguro frente al lugar en donde desempañan su actividad son algunos de los servicios que prestan los bares de la localidad, todo con el ánimo de prestar un buen servicio a cada uno de sus clientes.
Según lo expresado por los comerciantes perjudicados, al comandante de la Policía, el Sr. Botía, no le importa a quiénes perjudique, pues él necesita bajar los índices de homicidio, hurtos callejeros, hurto de vehículos, hurto a personas en la calle, hurto de viviendas, y demás delitos contemplados por la ley.  ¿Acaso el consumo de alcohol es el generador de inseguridad en la localidad?, ¿La seguridad es solo un asunto de consumo de alcohol? ¿La seguridad es solo un problema de los bares?
Lo anterior ha provocado que los habitantes de la localidad que deseen disfrutar del horario permitido de rumba en la ciudad, se desplacen a otras localidades, generando costos adicionales para los consumidores, pérdidas para los comerciantes locales, funcionamiento de establecimientos clandestinos en la localidad, además, de la inseguridad en los ciudadanos para su desplazamiento desde otros sitios de la ciudad a su residencia, lo que significa que el problema se ha trasladado a otras localidades. “Después de que prohibieron el funcionamiento de los bares hasta las tres de la mañana me obligaron a desplazarme a otra localidad y después de estar con mis amigos  a las  tres de la mañana me robaron en el taxi cuando me dirigía a mi casa en Bosa” comenta Jasón Beltrán un habitante del barrio la Estación al preguntarle sobre este tema. 
Pretender mostrar cifras a costa de los bolsillos de los ciudadanos que pagan impuestos para  el funcionamiento de su actividad económica y además generar una ruptura de comunicación con la policía creando un estado de desconfianza no está nada bien. Creer que todos son delincuentes es un grave error. Es mejor tomar ejemplo de otras localidades, como chapinero, en donde los índices de violencia y seguridad, han disminuido debido a la ayuda de los comerciantes del sector, quienes se ha comprometido con los clientes a brindarles seguridad dentro y alrededor de sus establecimientos es un buen paso.
Ejemplos de otras ciudades del mundo, donde los establecimientos funcionan de acuerdo a su capacidad y a la licencia que pagan por su funcionamiento,  podrán ser tenidos en cuenta, pues ello significaría un avance no sólo para la localidad, sino para el distrito, ya que el trabajo de la Policía y los comerciantes es realmente importante para crear lazos de seguridad, buscando tener un lugar más amable para vivir.

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