Son varias las concepciones que se tienen acerca del grafiti. Algunas de las personas, tal vez, las más adultas, ven este tipo de expresión como algo vulgar, ordinario o gamín, sin embargo, los más jóvenes, piensan que este es un medio por el cual se puede expresar, resistir y recordar. Por ello, la importancia de conocer sobre él en esta segunda edición de Tibanica, prensa independiente.
La historia del grafiti empieza cuando Pedro Picapiedra dibuja en los arboles con carbón a su familia, sintiéndose orgulloso de ella. Luego los egipcios retomaron la idea y ampliaron la iconografía en sus jeroglíficos así como en su lenguaje, el cual era expresado en paredes. Los romanos por su parte desempeñaron un papel importante en este paso también, pues ellos pintaban en las casas romanas enteras, a las cuales les empezaron a llamar grafitis. Los musulmanes por su lado adornaban sus paredes con preciosos diseños no figurativos y pasajes del Corán. Algunos monjes, registra la historia, manchaban las paredes con mensajes que sólo ellos entendían.
Algunos de los grafitis que encontramos en los Barrios El Olarte y Nuevo Chile reflejan los intereses que tienen por algún tema, sus preferencias musicales, sus anhelos por un mejor mañana, algunas inconformidades de sus habitantes o simplemente son el reflejo del amor que hay entre las parejas que existen en el sector.
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