Por: Arley Buitrago Landazury
El estertor de viejos sueños muertos en los corredores
La evocación del pasado que quiero enterrar
Imágenes terribles muestran en su condensación
Lo que es hoy mi reflejo.
Las estrellas titilan a lo lejos en esta noche sagrada
Vagabundo, moribundo, herido de Amor, camino entre las calles
Anhelando el Amor, entre sueños de jazmines desnudos,
Es un recuerdo tejido con fuego
Entre fumadas de hierba, astrales desvelos
Melancólicos a media noche
Delirando en visiones sutiles inimaginables,
La razón me traiciona
Metafísica locura,
La certeza de lo supraterrenal aumenta mis dolores
Como llagas enardecidas giran quejidos feroces junto a mí
Son las voces de mil siglos de esclavitud
Encerradas en el laberinto paupérrimo de las ideas
La ciega pasión de la carne,
vil voluptuosidad de la vanidad afeminada
Que invade el mundo con su estruendo pop-porn
Se cierne sobre mí
Como el gusano que carcome
La rosa de mi espíritu
La batalla silenciosa que llevo a cabo
En medio de este armazón de carne, tripas, huesos.
Entre amores y destellos difusos
Bajo las estrellas,
Encerrado en ratoneras de concreto
Y matrices de códigos abstractos,
Bebiendo a sorbos mí vino solitario
Vagando por las frías avenidas mojadas,
Donde los ancestros reencarnan en mendigos silenciosos
Que ven pasar la vida y su eterno dolor.
Aquí, en esta curva de la nada
Donde la tragedia emana su perfume
En este oasis de angustias,
Escondido en el desierto de la eternidad,
En medio de esta cárcel desquiciada
Donde la intuición fue acribillada,
Fuego de la astrología encadenado.
Aquí, en medio del caos que se adentra en la mente
Y las fiebres que devoran el cuerpo
En medio de este umbral de la muerte
En este festín de la agonía…
Persigo tu luz entre tinieblas,
Amaso tu luz entre tinieblas.
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